1er mandamiento. limpieza facial
¿Qué necesita nuestra piel?
La limpieza facial es el gesto cosmético más importante; es el mandamiento que está por encima de todos los demás. Una piel sana es una piel limpia. Una piel limpia es una piel bonita. Una piel bonita no necesita mucho más. La limpieza facial es tan importante que, si no se hace bien, nada de lo que hagas antes o después será verdaderamente útil.
El ritual de la limpieza facial supone una toma de control del tiempo. En el momento que vamos al baño y cerramos la puerta, ocurre el milagro: existe orden en nuestra vida y ese orden nos pertenece. Este ritual debe ser sencillo y placentero.
Vamos a explicaros como poder hacer un ritual ideal.
La limpieza facial ideal
Salvo en ocasiones de extremo (pieles muy secas o muy grasas) casi cualquier elemento limpiador es suficiente como para incorporarlo en nuestro día a día. Es importante encontrar el que podamos incorporar con naturalidad en nuestra vida y en el que hallemos bienestar y placer.
Los limpiadores en gel como sería el caso de nuestro Jabón Limpiador Hidratante, es un líquido refrescante que no reseca el manto de la piel. Es un método muy usado por su sensación rápida de limpieza.
El agua micelar, que está formulada con micelas, que arrastran la suciedad y el sebo, es un sistema limpio, rápido y agradable. Tiene propiedades tonificantes, no deja la piel tirante y elimina la posible grasa. Puede usarse en ojos y labios. Es un método ideal si te gustan los productos todoterreno ya que lo puedes llevar para usar a mitad del día para tonificar y en la playa o aviones para tonificar. El agua micelar de Kosmetai está formulada con gran cantidad de micelas de tal manera que la hace una de las más potentes del mercado.
Limpiar el rostro no es usar una toallita para retirar el colorete o la base del maquillaje, si no que es limpiar en profundidad la piel y dejarla lista para poder recibir el tratamiento posterior. Todo esto debe hacerse sin pereza y disfrutando de tu ritual. El concepto de “doble limpieza” es un término que forma parte del ritual de las mujeres japonesas. Ellas no conciben la limpieza “simple”. Allí siempre combinan dos productos para poder retirar el maquillaje y poder limpiar la piel. Es importante, por tanto, hacerlo dos veces, una para retirar el maquillaje y otra para la limpieza, el número de productos no es tan importante como el hecho de realizarlo dos veces.
Un ejemplo podría ser el suelo de tu casa. Con solo barrer el suelo no consigues que esté limpio, por eso primero barres y luego friegas.
Para poder tener una piel limpia, tenemos también que estar pendiente de las células epidérmicas que mueren y que se quedan pegadas a la superficie de nuestra piel ya que no es tan sencillo retirarlas con jabones o agua micelares. Para ello es fundamental el uso de EXFOLIANTES.
Incluye un exfoliante en tu rutina
Existen dos tipos de exfoliantes:
Exfoliantes por acción química, normalmente son productos cosméticos formulados con ácidos (como retinoico, cítrico, glicólico…) que ayudan a retirar las células muertas, como desventaja, es que suelen picar o dejar una sensación molesta momentánea, suelen ser intensos y la piel queda más desprotegida para los rayos solares.
Exfoliantes por acción mecánica, son aquellos provistos de partículas de diferentes tamaños y que, mediante la fricción de estas partículas con la piel, eliminan las células muertas. Son ideales para pieles sensibles ya que la exfoliación no llega a sensibilizar la piel con un masaje adecuado, y como desventaja, es que cuando aclaras con agua es habitual que siempre quede alguna partícula en la piel. Es por ello que en Kosmetai, hemos desarrollado un exfoliante a base de sal, de esta forma, cuando te aclares la cara, la sal se disuelve y queda una piel suave e hidratada.
En Kosmetai os proponemos un ritual de limpieza para que podáis disfrutarlo y ser conscientes de que el tiempo que empleáis es solo vuestro.
Rutina de limpieza facial
Rutina de mañana. Limpiar el rostro en la ducha con el jabón limpiador hidratante de Kosmetai.
Rutina de noche. Retirar el maquillaje correctamente con el agua micelar hasta dejar el algodón limpio y, posteriormente usar el jabón limpiador hidratante (“doble limpieza”). Posteriormente, usar el exfoliante de sal. El exfoliante puedes usarlo 3 veces a la semana.
La limpieza facial es fundamental en tu rutina de cuidados. Cómo esté tu piel depende solamente de ti.
